Desde Paracas debía seguir viaje hacia el norte. Mi próxima parada seria Lima. Si bien ya conocía esta ciudad (la visite hace 5 años con mis amigos Diego, Tomy y Lucho), es un punto obligado por el que pasa la ruta en dirección hacia el norte y ya que tenia que pasar si o si, aprovecharía para quedarme unos días, descansar y visitar amigos.
Desde Paracas, parti temprano a la mañana en el minibús local con destino a Pisco. Desde ahí enganche un taxi compartido con otras 3 personas que no conocía (realmente no sabia que compartiría el taxi hasta que estuve sentado adentro. Ellos te ofrecen el taxi muy barato y no te aclaran. Parece que es bastante común agarrar taxi compartidos entre gente que va hacia el mismo destino) hasta el cruce del acceso a la ciudad con la ruta Panamericana. Desde ahí me tome un bus con destino a la ciudad de Lima.
El camino de la costa sigue siendo bastante similar al resto de la costa peruana: muy cerca del mar, bastante arido, pasando por algunos poblados y ciudades, no varia mucho. Recien los últimos 60 kilometros hasta las afueras de la ciudad de Lima, estan llenos de grandes emprendimientos inmobiliarios, countries y barrios cerrados sobre el mar, con playa privada. Todos estoy barrios son el lugar de fin de semana de la high limeña. El spot mas conocido es ASIA una mega zona de barrios cerrados con casas espectaculares sobre el mar.
Lima – KM recorridos: 8.230 aprox.
Una vez que llegue a la terminal de la empresa del bus en Lima, me tome un taxi hasta LARCOMAR, shopping ubicado en la unión de la Avenida Larco y el Mar, epicentro del barrio MIRAFLORES, top en Lima. Como me estaba desnutriendo, como prioridad, entre a KFC a saciar mi hambre con un tacho de pollo y papas fritas. Mientras tanto, desplegué un mapa de Miraflores, y ubique todos los hostels que tenia anotados en una listita. Decidi probar primero con el de mejor ubicación: FRIEND’S HOME. Tuve suerte, tenían lugar!!!
Este es el hostel IDEAL de LIMA. Increiblemente comodo y 100% recomendable. Cualquiera que pase por Lima, tiene que quedarse en este hostel de surfistas, muy buena onda. Mejor ubicación imposible, en el corazón de Miraflores, a dos cuadras del mar, a 3 del Larcomar y a 1 de la escalera para bajar a la playa para surfear. Super espacioso, los dorms son enormes y con el baño adentro del cuarto, agua caliente, camas comodas, lockers, WiFi, abierto las 24hs, cocina, living y sillones para “chilloutear” y terracita para tomar una cervecita al aire libre…un lujo asiático!
Lo atienden Juana y Cesar, dos personajes que no paran de darte charla y charlar entre ellos de pavadas todo el dia. En mi cuarto dormían: Gino, surfista peruano oriundo de Lobitos, trabaja de instructor de surf en la playa de Lima; “Jhonny Bravo” (no recuerdo su verdadero nombre, pero era igual al dibujo animado), nordico, surfista, leia libros de Paulo Cohelo, intentaba aprender español; Luciana, peruana, aparato, verborragica, 18 años, se fue de su casa, se mudo al hostel y estaba trabajando para juntar plata y viajar a Venezuela. Era la única que trabajaba de lunes a viernes, le sonaba el despertador a las 7am para ir a trabajar, sonaba y sonaba, se despertaban todos menos ellas, todos a las puteadas le tiraban cosas para que se despertara; completaba el cuarto Jonatas, brasilero de Fortaleza, cocinero de alma y profesión, atraído por la gastronomía limeña, estaba empecinado en conseguir trabajo en un restaurant de esa ciudad. Hacia 3 meses que no paraba de buscar trabajo en las cocinas de todos los restaurants de Miraflores.
Como Lima ya lo conocía, no recorri ni hice ninguna actividad turística, simplemente disfrute. Pase mis días en Miraflores, caminando cual local, yendo y viniendo al Larcomar, comiendo comida “chatarra” de cadena norteamericana. No cocine nunca. Fue un baldazo de occidentalismo. Necesitaba volver un poco a la vida con comodidades, por lo menos por unos días, relajarme y sentirme comodo. En este destino, se cumplieron los dos meses de viaje, y a partir de ese momento se calmo en mi la necesidad imperiosa de querer conocer absolutamente todo y cada rincón de cada lugar que visito. Tambien se calmo la necesidad de intentar sacarle una foto a cada cosa interesante que veo o vivo. Viajo mas relajado y viviendo solo lo que me toca vivir…
Un dia, caminando por el Larcomar, me encontré de frente con Willy y Juan, los marplatenses buena onda. Una gran alegría! Pasamos todo el dia los tres juntos, caminando por ahí, bajamos a la playa a ver la puesta del sol, fuimos caminando hasta el barrio El Barranco, nos tomamos unas cervecitas en el camino, y a la noche arreglamos para ir a comer Pizza. Muy divertido! Prometimos volver a vernos mas al norte o sino algún dia en B.A. o MDQ.
Otro dia, me desperté con ganas de surfear. Considere que era una buena mañana y un buen destino para tener mi primera sesión de surf del viaje: asi fue como baje la escalera hasta la playa de Lima y le alquile una tabla a Robert Vasquez (tel. 994395856 – robertcesarsurf@hotmail.com). Gran personaje muy buena onda, me dio su tarjeta, la cual dice: “surfers are searchers, but they don’t search for fame or fortune, their requests are much more simple, the only search for the perfect Wave”. Cuando me estaba por meter al agua, un grupo de surfistas peruanos me grito: “Rob Machado!”. Me rei mucho, y pensé: Bueh! Ojala! Las ganas!
Una noche me invito a comer mi querida amiga peruana Brunella de Marzi y su novio Giovanni. Me pasaron a buscar y fuimos a CALA, lindísimo restaurant al lado del mar. Sushi espectacular y el mejor trago: Maracuya Sour. La pasamos genial. Gran noche, me encanto pasar un buen rato de charla y risas con amigos buena onda! Me anunciaron que este año se casan!
En lima la pase bien, me divertí, estuve comodo sin apuros ni presiones, haciendo cosas que me gustan. Realmente no me quería ir! Era comodo quedarse, pero tenia que seguir con mi viaje, seguir con mi exploración, viviendo cosas diferentes…
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