sábado, 24 de marzo de 2012

HOSTELS

Hoteles, alojamientos, campings, hospedajes, albergues, bungalos, hostales, residencias, surf camps, bed & breakfasts, moteles, cabañas… los hay grandes o chicos, tranquilos o fiesteros, ruidosos o silenciosos, ordenados o caoticos, intimos o masivos, incomodos o como en casa…
cuando yo viajo, lo que busco en un hospedaje, es sentirme como en casa. Y eso es todo lo que intente lograr con Los Faroles…” me contaba sentada en el sillón del living del hostel de Pacasmayo, la dueña, relajada, sonriente y satisfecha de que yo haya tenido una buena estadia en su hogar.
A través de mi paso por Peru, fui consiguiendo muy buenos hostels. Realmente tuve mucha suerte. Ese hecho me motiva a escribir acerca del tema, a tratar de pasar en limpio que es lo bueno de tener un buen alojamiento y que es lo que realmente busca un viajero a la hora de hacer base en algún lugar, y por que no, brindar un servicio a toda la comunidad de viajeros y turistas y recomendar todo aquel lugar en el yo tuve una buena experiencia.
Una vez me preguntaron que cosas consideraba yo a la hora de elegir un hostel. “Muy facil! Solamente 5 factores esenciales: cocina para cocinarme, WiFi para comunicarme con mi gente querida, lockers para guardar las cosas valiosas, que este abierto las 24 horas para no tener limitaciones de horarios y una ducha con agua caliente”. Con esas 5 cosas, para mi ya todo es perfecto! Por supuesto que existen otros factores que mejorarian aun mas la situación como: la buena ubicación, la buena onda de sus dueños o la gente que lo atiende, la comodidad de sus camas, cuartos y espacios comunes, y las características del resto de los huéspedes. Si se logra todo esto, el lugar es perfecto, yo estoy feliz y no me quiero ir mas…
En la cocina del NAYLAMP de Huanchaco un italiano te regala la mitad de su queso Permeggiano Premium traido especialmente de Parma, para que le pongas a tus pastas baratas.  En el dorm del PANAMA HOUSE de Panama city, una pareja de Eslovaquia te regala su guía de Panama, una pila de consejos y un frasco de Off que ya no necesitara. Se acerca a la hamaca paraguaya del MUCA HOUSE de Paracas, una francesa ofreciéndote un bowl lleno de arvejas. En el MARLYN de Cartagena de Indias una irlandesa te pasa el dato de una pagina con datos de barcos para cruzar el Mar Caribe. En el CLUB HOSTEL de Tilcara, una colombiana te ofrece alojamiento para cuando pases por Colombia. En el living de LAS CAMELIAS de Salento, un salteño cocina para el y también para…vos!
Cada estadia es un proceso, corto pero intenso, tan solo 2, 3, 4 o 5 dias son suficientes para establecer relaciones humanas fuertes, intensas,  para sentirse comodo con la casa, el cuarto, el baño, la cocina, el barrio, el supermercado de la vuelta o el colectivo que te tomas en la esquina. El sonido de la tostadora, el ventilador gira a pocos centímetros de tu cucheta, buscar cosas en tu mochila con la luz apagada para no despertar al resto, conseguir sueño un dia que otros estan de fiesta, jugar con el perro de la casa, lograr la temperatura perfecta de la ducha, usar los ingredientes comunes para cocinar. Cada sonido, cada olor, cada sabor. Romper el hielo para empezar una charla, lograr ponerle fin a una larga charla…
Situaciones de lo mas diversas se dan en los hostels. Conversaciones profundas con gente pasajera. Momentos mágicos que duran un instante. Cocinas repletas de personas de todas partes del mundo, intentando cocinar todas al mismo tiempo, con tan solo 4 hornallas. “Pasame la cacerola, te doy la sarten, te hirbio el agua, te robo un poco de aceite, me sobro este queso, want some wine? “ Idiomas mezclados, intentos de hablar en el idioma del otro aun sabiendo que si el otro habla en tu idioma nos entenderíamos mucho mejor. Sonrisas, simpatía. Cooperacion, consejos de viajes y destinos que van y vienen. Generosidad absoluta, lonely planets que se pasan de mano en mano. Nuevas amistades, mails y teléfonos que se anotan en libretitas y laptops. Intercambio de libros. Programas que surgen espontáneamente y sin previos planes con nuevas compañías que hasta el dia anterior nunca te hubieses imaginado. Despedidas nostálgicas y promesas de visitarnos en nuestros respectivos países y volver a vernos…
VER HOSPEDAJES RECOMENDADOS!!!

viernes, 23 de marzo de 2012

Cuenca: la nueva Cusco

Desde Guayaquil partimos para la ciudad de Cuenca. Nos tomamos un bus que recorrió 235 kilometros rumbo a la zona montañosa. Llegamos a la terminal y desde ahí nos tomamos un taxi hasta uno de los hoteles que ya teníamos averiguados: Hotel del Barranco. Muy lindo, chiquito pero muy típico, la entrada es por la Calle Larga (calle de restaurants y bares) y por el otro lado da sobre el barranco que esta al costado del rio Tomebamba. Desde el deck y la confitería hay una vista muy buena. Nos gusto mucho, nos quedamos!

Cuenca – 2.540 msnm – KM recorridos: 10.350         
Cuenca me encanto! Es una ciudad mediana, estilo colonial, muy bien conservada y con la cuota de vida y movimiento ideal. Yo creo que se va a poner de moda, tal como fue el caso de Cusco (Peru) en su momento. Es muy rica en cuanto a arquitectura: es casco antiguo esta muy bien conservado, hay decenas de iglesias catolicas y se conservan las fachadas originales de la gran mayoría de las casas. La ciudad fue nombrada Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Recorrimos todo el centro historico de punta a punta, cada plaza, cada monumento y entramos prácticamente a TODAS las iglesias. Sacamos muchísimas fotos! Tambien hay muchos mercados diferentes: mercado central de alimentos, mercado de artesanías y hasta un mercado de flores! Van y vienen las Cholas cuencanas, con sus vestimentas típicas, cargadas a mas no poder, siempre ofreciendo sus artesanías o frutas.

Una tarde, fuimos hasta el Mirador Turi, desde donde hay una vista espectacular de toda la ciudad. Otro dia caminamos a lo largo del rio, al costado del Barranco. Muy lindo! Hasta que llegamos al Museo y Ruinas de Pumapungo del Banco Central del Ecuador. Es un museo gigante de tres pisos en donde se cuenta toda la historia del Ecuador, los diferentes grupos aborígenes y la evolución de la moneda a través de los años. Afuera, estan las Ruinas de Pumapungo y toda una zona de huertas con plantas y arboles típicos y otra zona con un pequeño zoologico con aves típicas de la zona. Esta muy bueno, increíblemente bien mantenido y es gratis! Muy recomendable!


Tambien recorrimos la zona Del Vado y La Condamine. Ahí nos encontramos con una feria barrial en donde se juntaban todas las escuelas de la zona, los chicos hacian coreografias y las madres concursaban por quien preparaba el mejor dulce. Asique de pasada, hicimos toda la degustación de dulces caseros! Riquisimo!

Caminamos tanto de dia como de noche por la Calle Larga, comimos y tomamos algún cafecito. Esta lleno de restaurants y hoteles boutique. Hay mucho movimiento ya que es la zona mas tursitica y además esta muy cerca de la Universidad de Cuenca, asique se ven universitarios caminando por todas partes!

Si bien es una ciudad antigua, tiene toques de modernidad y esta super bien mantenida. Muy vigilada y cuidada. Hay cámaras en todas las esquinas! Ese equilibrio entre lo original y lo contemporáneo y el hecho de que este llena de jóvenes, me recordó mucho a ciertas ciudades europeas.
En Cuenca me volvi a encontrar a los suecos!!! Una gran alegría. Arreglamos para vernos a la noche, asique despues de comer con Mama, los pase a buscar por su hostel y fuimos al Bar Inka Lounge, en el barranco. Muy bueno! Tomamos unos drinks y vimos un par de bandas en vivo. Ahí conoci a Paula, la prima de Zacarias. Sueca que vivio un año en B.A., habla perfecto español y viajara hasta centroamerica, asique quizás la vuelva a cruzar mas adelante. A la mañana siguiente los suecos partian para la costa, asique despues del bar, nuevamente la despedida…
Sígsig – KM recorridos: 10.400
Desde que llegamos a Cuenca, Mama estuvo obsesionada con los sombreros Panama. Parece que en Ecuador se consiguen los mejores del mundo, y especialmente existe un pequeño pueblito llamado Sigsig que vendría a ser la meca del sombrero en cuestión…

Sigsig esta a tan solo 50 kilometros de Cuenca, por ende, no podíamos dejar de ir. Saliendo desde la terminal de Cuenca, un bus local se dirige por las montañas, atravesando los pueblos de Gualaceo y Chordeleg, llegando finalmente a Sigsig. El camino es espectacular. El colectivo recorre todo el Valle de Azuay, curvas, subidas y bajadas a través de las montañas. Niños locales y Cholas cuencanas suben y bajan en cada paraje.

Sigsig es un pueblo minimo. Mercado de artesanías, gente muy simpatica, un rio corre por lo bajo y el sol pega fuerte. En las afueras del pueblo, se encuentra la Asociacion de Toquilleras MARIA AUXILIADORA. Resumidamente la historia es asi: en el pueblo existían decenas de mujeres toquilleras (con paja, confeccionan los Panama hats) que trabajaban cada una por su cuenta a minima escala. Un buen dia, una Señora (hoy alcaldesa de Sigsig) las reunió a todas, las organizo y fundo Maria Auxiliadora, gran planta de confeccion artesanal de sombreros Panama. Hoy confeccionan todo tipo de sombreros y los exportan a todas partes del mundo. Entonces el spot ideal en el mundo para comprar este tipo de sombreros, es Maria Auxiliadora en Sigsig, Ecuador. Alli llegamos!!! Entramos a la fabrica, conocimos a las artesanas y las vimos trabajando. Tambien ahí fabricaron el sombreo Panama mas grande del mundo. Despues de un buen rato que Mama se probo mil sombreros, se decidió por dos y los compro! Yo me compre una botellas de colores hechas del mismo material que los sombreros.


Mas tarde hicimos un trekking corto por el costado del rio Sigsig y finalmente comimos en el Mercado de Alimentos típicos del pueblo! Despues volvimos para Cuenca…

miércoles, 14 de marzo de 2012

Guayaquil

Guayaquil – KM recorridos: 10.110
Si bien no es la capital del país, Guayaquil es la ciudad comercialmente mas importante. Es inmensa y muchísima gente vive y trabaja en ella. Le dedicamos tres días para recorrerla y también para descansar y disfrutar del hotel. (Por mi parte, aproveche al máximo la buena vida de hotel, disfrute de los increíbles y completísimos desayunos y nade en la pileta).

La ciudad en si, realmente no es muy linda y es bastante insegura. Todo lo lindo para ver se encuentra sobre la costa y en los alrededores del centro y el Cerro Santa Ana.
A lo largo de la costanera del Rio Guayas se construyo el Malecon 2000, que es ESPECTACULAR! Son varias cuadras de costanera moderna con parques, monumentos, esculturas, clubes náuticos, shoppings, restaurants, etc. Todo muy prolijo, impecable y super cuidado. Mama estaba maravillada con la limpieza del lugar. Textual sus palabras: "Bien vale la pena dedicarle un día entero a Guayaquil, para ver cómo es posible construir un lugar envidiablemente cuidado y mantenido por ejércitos de trabajadores enfundados en mamelucos de colores brillantes que empuñan con dedicación sus hidrolavadoras, máquinas lavapisos y herramientas de jardinería".

Tambien fuimos al Parque Seminario, mas conocido como el Parque de las Iguanas. Esta repleto de iguanas enormes, sueltas por todos lados: veredas, fuentes, arboles, caminan por  todos lados. Son increíblemente sociables, pasan alrededor de todo el mundo y hasta se dejan tocar.

El cerro Santa Ana es un barrio muy humilde recuperado y convertido en un paseo turístico. Una escalera de 444 escalones atraviesa un gran barrio lleno de pequeñas casitas recicladas y pintadas de todos colores. Restaurants y barcitos a ambos lados, hasta llegar a la cumbre. En lo mas alto, una pequeña plazoleta con una capilla y un faro. Desde ahí se obtiene la mejor vista de toda la ciudad.

Pegado al cerro Santa Ana, se encuentra el famoso barrio Las Peñas: una larga calle con casas antiguas pintadas de diferentes colores, la mayoría de ellas convertidas en Ateliers de artistas plásticos y Galerias de Arte. Al final de la calle un pequeño Petit Hotel estilo frances. A partir de ahí, se esta construyendo todo un nuevo barrio: el mega emprendimiento inmobiliario Puerto Santa Ana, es una especie de Puerto Madero, que incluye edificios de oficinas, residenciales y plazas secas con fuentes.

Tambien anduvimos por el centro financiero de la ciudad, recorrimos algunos edificios históricos y de oficinas gubernamentales, la plaza principal, la catedral y otras tantas iglesias.

Llegó Mamá!

La despedida de Vilcabamba fue bastante triste, pero bueno…hay que seguir…intercambios de mails, risas nostalgicas, abrazos y promesas de volver a vernos. El Español Joaquin, tras decirme unas lindas palabras, exclamo un “Joder! Que se van todos aquellos que valen la pena” y un paternal comentario: “y cuidate esa espalda que viajas muy cargado!”. El barburo y simpatico Alfred, tras un choque de puños, me dejo un rockero comentario: “see you on the road buddy”. Fuerte abrazo con los suecos, cargue mi pesada mochila, camine hasta la terminal y me tome el ultimo bus del dia, con destino a la ciudad de Loja.
En la terminal de Loja, tuve una espera de un par de horas, hasta que finalmente a medianoche, partió mi bus que viajaría toda la noche, con destino a la gran ciudad de Guayaquil.
Llegue al amanecer a la terminal de Guayaquil. Inmensa! Es un gran shopping con terminal incluida. Averigue que desde ahí cerca salía la MetroVia (como un metrobus) que llegaba hasta el centro de la ciudad. Sin dudarlo, me lo tome! Hora pico, multitud de personas viajando hacia el centro para ir a trabajar y yo con todos mis bartulos pidiendo permiso…

Me baje de la MetroVia en la parada Malecon y camine con dirección al rio en busca del Hotel Ramada. Era el hotel que reservo Mama para nuestro reencuentro, uno de los mejores de la ciudad, sobre el Malecón, en una de la mejores cuadras de la ciudad. Mi aspecto era deplorable: sucio, cansado, pantalones cortos y ojotas, despeinado y cargado como una bestia, entre con mucha seguridad y la frente en alto, al lobby del hotel. Por dentro me sentía un pordiosero en busca de una limosna. Me presente en la recepción y pregunte por la reserva de la Señora Diana, de Argentina.
Muy simpáticamente, la ecuatoriana de la recepción busco en la computadora, me miro y dijo: “mmm ajam SI! Usted debe ser el Señor Ignacio, verdad?SI, el mismo! “Muy bien! Pues esta es la tarjeta de su habitacion” Le hizo una seña al botones, quien cargo mi mochila y me acompaño hasta la habitación…hacia mucho tiempo que no me sentía tan bien! Un rey!
Yo llegue a la mañana y el avión de Mama llegaba al mediodía, por ende tuve bastante tiempo para instalarme y relajarme en la comodísima habitación del hotel. Me bañe a fondo y aproveche para ir hasta una lavandería y mandar a lavar 10 kilos de ropa sucia.
Al mediodia tocaron la puerta de la habitacion! Era nuevamente el botones, arrastrando una gran Samsonite negra. Atrás: Mi Mama!
Diosa y radiante desembarco en Ecuador. Despues de tanto tiempo, besos y abrazos, risas y emoción. Una alegría incalculable! Verla fue volver a sentirse en casa. (Aunque parezca ridículo y difícil de creer, y despues de todo lo que atravesé, fue volver a sentirme a salvo…)

Mama me acompañaría por gran parte de mi paso por Ecuador durante los siguientes días. Con ella recorri las grandes ciudades de Quito y Guayaquil, y diferentes lugares de las tres regiones del país: Selva, Montañas y Costa.
Antes de empezar este gran viaje, Mama fue un pilar esencial y de gran ayuda para organizarlo y llevarlo a cabo. Su ayuda fue inmensa, y la valoro muchísimo. No solo me ayudo mucho económicamente, sino también en un monton de otros aspectos. Me alienta y me sigue permanentemente. Se preocupa mucho por mi y se mantiene comunicada conmigo todo el tiempo. Durante los dias que viajo conmigo, me ayudo muchísimo. Fue un gran impulso y una gran carga de energía para seguir en mi camino…

"El Presente"

¿Qué es el presente? Alexandre, francés loco y malandra, que conocí en Cafayate y después volví a encontrarme en Tilcara, y una vez más en La Quiaca, definió el presente mostrándome el diseño del dibujo que planeaba tatuarse en Bolivia: “Un reloj de arena sin piso, por ende toda la arena que cae de un compartimento al otro, se desparrama y se la lleva el viento”. Me explico que para él era esencial disfrutar cada instante de la vida, ya que el tiempo pasado, es tiempo que ya no se recuperara jamás…
Estoy en Vilcabamba, pueblo en el medio de la sierra ecuatoriana. Es famoso en el mundo por registrar la mayor longevidad, en promedio, entre sus habitantes. El agua natural de montaña que toman, los alimentos orgánicos que ingieren, el clima ideal del valle y las actividades que practican hacen que sea común ver a muchos ancianos caminando por ahí, que acusan más de 100 años.
“Dacapo”, bar medio pelo pero con gran espíritu, en el corazón del pueblo. El dueño, norteamericano hijo de suecos. Anoche fue muy especial. Vivi una de las mejores noches del viaje, y como enseñanza entendí el verdadero significado del presente. La suma de circunstancias en un instante que conforman un momento determinado.
Estoy tomando unas Cervezas “Club” con Sacarías, Tobías y Enrique (nombres traducidos obviamente) suecos, sospecho que son los hijos de Barbie y Ken, extremadamente buena onda, simpáticos y graciosos, charlamos como peces en el agua, siento que los conozco de toda la vida. Completa la rondita, Guillaume, Francés intelectual con jopo, arito y cigarro en mano. Un Chamán local se sienta a relatarnos las enseñanzas que heredo de su abuela curandera, y describió, con lujo de detalles, la vez que lo curo de su paralasis con métodos irreproducibles en estas líneas…A pocos metros, charlan Alfred de Utah (el clon de Hagrid de Harry Potter) con Joaquín, madrileño herido en el amor. Dos viejos lobos de ruta, curtidos por el tiempo, más calle que nadie…Muy buena música en vivo, funk y rock by un norteamericano, un suizo y un inglés muy inglés. Miran desde un banco un trío de obesos, con barba y bigotes largos, ropa de cuero y chop en mano. Por un momento me da la sensación de estar en un bar de ruta americana con música country y motel aledaño, en donde los motoqueros y camioneros frenan a tomarse una cerveza…baila solo el sujeto con más onda que vi en mi vida: Hunters hasta la rodilla, camisa escocesa cual local de Yosemite, bigote tupido, dos trenzas pelirrojas hasta la cintura y gorra verde de John Deere. Es Bob, de Colorado, trabaja en Aspen Highlands y descansa en Vilcabamba… a su lado una pareja de más de 60 bailan el paso del pavo real como si nadie los estuviese mirando, me sacan una sonrisa…en la barra, el clon de Claudia Schiffer se pide un maracuyá sour, nadie ni la registra, nadie!…un anciano alemán parecido a Papá Noel, con wisky en mano le cuenta a los chicos sus vivencias en la cárcel…un viejo neozelandéz con el sombrero de Cocodrilo Dandy y un aliento de borracho viejo y peludo, me susurra al oído: “I HATE GRINGOUUUSS”, y rápidamente cambia de tema, relatando la vez que vio OVNIS en Vilcabamba, cuando se acerca Rosemary, de Missouri, que casi con lagrimas en los ojos de la emoción, me cuenta que llegó al pueblo para comprar una propiedad. Harta del sistema americano, cerrará su empresa, despedirá a 200 empleados y se retirará a Vilcabamba…Dos hermanas californianas de 18 años, irrumpen en el escenario para, con las mejores voces que escuche en los últimos tiempos, cantar “I’m home wherever I’m with you”. Silencio absoluto, todo el mundo escucha atentamente el tema…
Cuantas cosas, cuantas acciones, situaciones, circunstancias y hechos del destino se tuvieron que dar y congeniar para que en ese momento, en ese lugar, se encuentren esas personas, para que sucedan todos esos hechos, que nunca antes pasaron, ni jamás volverán a pasar. Solo acá, solo ahora, en este instante, nunca antes, nunca más…este es el presente-

Vilca

Vilcabamba fue increíble, especial, mágico. Y como todo lugar o experiencia mágica, es difícil de plasmar con simples palabras, por ende voy a ser breve ya que no soy capaz de explicar por este medio la experiencia vivida. Guardare los recuerdos solo en mi memoria.
Fue el ultimo destino de mi recorrido en el cual viajaria solo y considero que fue el mejor de todos. Todo llego a su punto optimo y que esos días fueron un premio a todo el esfuerzo realizado hasta el momento.

Desde Loja, llegue al pueblito de Vilcabamba, sin muchas referencias ni expectativas. Lo único que había leído era que se trataba de un pueblo en el cual la longevidad de sus habitantes es notable. Mucha gente llega a vivir muchos años. Es común ver ancianos caminando por la plaza principal del pueblo.
Vilcabamba – 1.520 msnm – KM recorridos: 9.655
Al llegar, di un par de vueltas en busca de alojamiento. A primera vista, no encontré mucha oferta interesante. Finalmente llegue a un hostel que en este momento no recuerdo el nombre. Queda sobre la ruta de acceso, a dos cuadras de la terminal y a una y media de la plaza. La dueña se llama Maria. Vive en el hostel con toda su familia. Me ofreció una cama en un cuarto que era de paso antes de entrar a otro cuarto compartido. El baño afuera!
Llegue muy temprano a la mañana y me tire a descansar. Del cuarto de adentro de mi cuarto salió un nordico que muy simpáticamente empezó a hablarme. Era Enrique, nombre en español de uno de los tres suecos con los que entablaría una gran amistad.
Considero que uno de los grandes factores que hicieron que la pasara tan bien en Vilcabamba, fueron las buenas compañías: Los suecos fueron los mas de lo mas, muy buena onda, nos reimos demasiado, los llegue a conocer mucho y vivimos grandes experiencias. Enrique: vago y atorrante, músico, en busca de un destino, termino el servicio militar y decidió viajar, fanatico de las fiestas esta pensando la posibilidad de vivir la buena vida a través de ellas. Tobias: un poco mas responsable, estudio periodismo, volverá del viaje para trabajar en un periódico, con el tuvimos largas charlas de muchísimos temas interesantísimos. Zacarias: pura luz, irradia excesiva buena energía y generosidad, gracioso, no le importa nada, intenta aprender español a toda costa, despues de Sudamerica, volvera a viajar por la India, “su lugar en el mundo”.
Con ellos pase toda mi estadia en Vilcabamba, pero no fueron los únicos personajes interesantes: Guillaume, muy french, superintelectual, generación idealista y romantica parisina, vivio un año en Lima, habla español muy bien. Julianne y Katrina: alemanas, divertidas, se acoplaban a todos los programas conmigo y los suecos. Alfred, tipo grande, de USA, viene viajando desde Utah, tiene la barba mas larga que vi en mi vida, muy gordo y muy alto. Joaquin, español, tipo grande, ex rico caído en crisis, mal de amores, se vino de viaje a Sudamerica, nostálgico, charlatan, gran contador de cuentos, no quiere encariñarse con nadie para no sufrir, simplemente viaja y vive.

Tambien conocimos a otros grandes personajes como un grupete de teatro argentino en busca de talentos, una mujer grande italiana misteriosa, John canadiense escritor vino a dedo hasta Vilcabamba en donde planea terminar su novela, Bob del estado de Colorado y su novia del estado de La Florida, un alemán viejo hermitaño, un neozelandez demacrado estilo Cocodrilo Dandy que vive en el pueblo hace 28 años, un sueco dueño del bar, dos jóvenes californianas cantantes de música country, la profesora de yoga, un argentino músico estilo Manu Chao, Rosemary de Missouri, un argentino con el ego muy alto, Jayron ecuatoriano muy interesado en mi viaje, una española que venia desde Nicaragua, una argentina con rulos que se había enganchado a un Norteamericano que se retiro en el pueblo, entre otros varios sujetos interesantes…
Como en todos los destinos, ni bien llegue defini un plan con diferentes actividades que quería hacer en el pueblo. Pero sinceramente, todo fue fluyendo de otra manera, yo me deje llevar por lo que me deparo el destino y fui viviendo dia a dia, momento a momento, y realmente lo disfrute muchisimo. Hay muchas cosas que tenia planeadas que no llegue a hacerlas, pero todo lo que hice lo aproveche al máximo.

El valle esta rodeado por sierras e infinidad de caminos para hacer diferentes trekkings: un dia hice solo un trek de unos cuantos kilómetros a través del camino que pasa por el zoológico. Otro dia, con el frances Guillaume hicimos el trekking que va al costado del Rio Yambaba e intentamos llegar hasta las cascadas. Se largo a llover torrencialmente y el barro nos llegaba hasta los tobillos, era imposible seguir. Decidimos tomar otro camino y llegamos hasta el Agua de Hierro. Otro dia, sin planearlo, salimos de caminata con Tobias a través de los senderos de la Reserva Natural Rumihuilco. Zona protegida en la ladera de una montaña. Adentro hay una comunidad ecológica que recibe visitantes.

Vilcabamba es famoso por su vida sana y natural. Mucha gente de todas partes del mundo, decide retirarse a sus tierras en busca de este tipo de vida. Hay una movida ecológica y natural muy grande. Son comunes los eco-lodges y eco-hostels, huertas organicas y granjas de permacultura. La comida vegetariana y macrobiótica estan a la orden del dia. Son muchos los centros naturistas y almacenes con productos organicos. Hay muchos lugares con clases de yoga, meditación, sesiones de reiki, y clínicas con terapias alternativas. Es muy común ver toda la información de estos centros y actividades en las carteleras de los hostels.
Un mañana fui a averiguar al Centro de Meditacion por una buena clase de Yoga. En esos días no había ninguna que me interesara, pero justo di con una señora norteamericana de unos 70 años que me paso el tip de una clase que según ella era la mejor de todas: Unicamente los domingos a las 10 am en una casa perdida en la montaña. Me explico mas o menos como llegar: desde la plaza dos cuadras, despues a la derecha, tres cuadras, a la izquierda, atravesar un rio, seguir 350 metros cruzar otro rio, el puente a la derecha, subir por el camino de tierra, medio kilometro, pasar la tercera casa, bla bla bla….”hopefuly  I’ll remember all this on sunday morning”. En fin, el domingo a la mañana mi instinto me llevo hasta el lugar indicado y asi fue como llegue a una casa espectacular en la ladera de la montaña al costado de un rio con vista al valle, en un tercer piso un deck gigante todo abierto, sin paredes. Ahí me recibió la profesora de Yoga, una inglesa muy Zen y simpatica, con mucha paz me invito a pasar. La clase estaba compuesta por unas 15 personas, hombres y mujeres de absolutamente TODAS PARTES DEL MUNDO. Una hora y media de yoga, estiramiento y meditacion. Fue la mejor clase que fui en mi vida…INCREIBLE!
En el hostel se armo una onda muy copada. Todos compartían todo: charlas, comidas, buenos momentos. Una de las Alemanas me llego a decir:”estoy contenta porque somos como una gran familia, nunca nos paso esto en ningun otro lugar”. Un mediodía, el español Joaquin preparo una mega comida típica española e invito a comer a todos. Eramos como 15! Mi ultima noche, compramos comida y cocinamos, junto con los suecos, pastas para nosotros, Joaquin, Al y las alemanas. Riquisimo! Gran Momento. Gran Despedida!

Travesía a Ecuador

Pacasmayo fue mi ultimo punto en el que hice base en Peru. Desde el hostel Los Faroles comencé un larga hazaña para llegar a Ecuador: caminando llegue hasta la avenida principal del pueblo y desde ahí me tome un bus, dos horitas hasta la ciudad de Chiclayo. Here we go again, otra vez en la ruta. En Chiclayo, me tome otro bus que tardo 5 horas hasta la ciudad de Piura, ultima ciudad importante en el Norte de Peru.
A Piura llegue al mediodía y averigue por los buses con destino directo a Loja, Ecuador. El próximo saldría recién a las 9 de la noche. Decidi comprar el pasaje y hacer tiempo hasta la hora de partida. Como la ciudad de Piura no es muy linda y yo estaba bastante cansado, decidi refugiarme en un gran shopping de la ciudad. Ahí comi, lei y escribi mientras pasaban las horas. A las 9 de la noche me embarque en el Loja Internacional, que viajaría toda la noche y cruzaría la frontera a la medianoche.
A las 12 de la noche me encontraba en el puente internacional La Tina-Macara. Tercer paso fronterizo en mi viaje. Llovia a cantaros. Unicamente una pareja de alemanes y yo bajamos a hacer los tramites de aduana. Ninguno de los otros pasajeros se movieron de sus asientos, nadie hizo ningún tramite, todos pasaron como si nada…sello del lado peruano, camine a través del puente bajo la lluvia en el medio de la noche, sello del lado ecuatoriano y ADENTRO! Tercera frontera superada!
Loja: 2.060 msnm – KM recorridos: 9.620
A la madrugada, el bus llego a la terminal terrestre de la ciudad de Loja. Como todavía era de noche, decidi hacer tiempo una hora hasta que se viera la luz del dia, para tomarme un taxi hasta el centro de la ciudad. Lei en algún blog de viajes que recomendaban el hostal LONDRES, lo corrobore con el taxista y ahí fue donde termine. Sencillo pero comodo, muy bien ubicado, a una cuadra de la plaza principal, suficiente para mi! Me instale y me tire a dormir un rato para recuperarme del viaje.

Horas mas tarde, me levante, sali a desayunar y a cambiar plata para empezar a recorrer y explorar el nuevo país…Loja esta ubicada en el Sudeste de Ecuador, rodeado de sierras y atravesada por dos rios. Es una ciudad mediana, bastante organizada, con un sistema de transporte integrado y con una gran consciencia ecológica.

Loja se recorre en un dia: camine por varios parques, algunas iglesias (Catedral, San Sebastian, Santo Domingo y San Francisco), la Puerta de la Ciudad, el Mercado Central y el Parque Jipiro: un gran parque municipal, de entrada libre y gratuita. Es una especie de Jardin Japones, con Botanico, con Parque de los Niños y Zoológico, todo junto!!! Muy lindo, hasta que se largo a llover…

A la noche, despues de comer, me fui a dormir tempranito con el objetivo de viajar a la mañana siguiente al pueblo de Vilcabamba!

Lo Ola mas Larga de Mundo…

Desde el pueblo de Huanchaco, me iria a otro pueblito surfista: Pacasmayo. Este es aun mas chico, mas precario y mas solitario que el anterior. Era un punto recomendado por mis amigos Panchito Alonso y Alvarito Anguita, surfistas. Y quedaba justo a mitad de camino entre Huanchaco y Piura, que seria el punto de bifurcación hacia las montañas, para cruzar a Ecuador.

La mañana siguiente a la fiesta de la entrega de premios del campeonato de Longboard de Huanchaco, me desperté y levante campamento. Aliste todos mis bartulos, pague mis deudas y sali rumbo a la ruta de acceso principal al pueblo. Desde ahí me tome un bus local con destino a la ciudad de Trujillo. Dicho bondi, me dejo en una rotonda bastante céntrica. Desde ahí y bajo el rayo del sol, me puse a buscar la avenida desde donde salen los minibuses hacia el norte…
Luego de varios intentos fallidos, di con la avenida en cuestión y encontré una empresita de minivans que viajaba hacia Pacasmayo. Sin dudarlo me acerque y negocie el precio del pasaje. Tuve que esperar un rato hasta que se ocuparan todos los asientos libres y entonces si, estábamos listos para partir.
Para el camino, compre unas galletitas para matar el hambre. Afuera un calor sofocante, adentro gracias a Dios, fluia el aire acondicionado. La ruta, bastante monótona, desierto a la derecha y desierto a la izquierda. Luego de un par de horas, la minivan entro por el acceso al pueblo de Pacasmayo y ahí me dejo. Solito y sin muchos datos, me encontraba en un pueblito minimo del norte de Peru. Averigue a cuantas cuadras estaba de la costa y opte por caminar. Llegue a la costanera, vi el mar y evalue la situación… el único dato que tenia del pueblo era el nombre del hostel que Panchito me había aconsejado: LOS FAROLES. Pregunte a varios locales y el nombre no les sonaba. Finalmente uno buena onda me dijo: “La gente como tu va a uno que queda alla a la vuelta”. Me quede pensando a que se referiría con “Gente como tu”. En fin, si la gente como yo va aca a la vuelta, iremos aca a la vuelta pues…Asi fue como encontré el Hostel Los Faroles.
Pacasmayo – KM recorridos: 8.920
El hostel Los Faroles es simplemente perfecto…imposible no sentirse a gusto, comodo, uno se siente como en casa. El lugar tiene onda, es lindo, te invita quedarte. Los dueños son una abuela, sus dos hijas, una con su marido Carlos el surfista y su hijo e insoportable hija Natalia y la otra soltera con su única hija Maria Alejandra. Como cuando llegue no había nadie, me dieron el mejor cuarto, que era espectacular, a un muy buen precio. Me instale como un rey!

Todos los cuartos estan alrededor de un gran jardín lindísimo, con hamacas paraguayas, parrillita y un lugar para dejar las tablas. Tienen tres perros increíbles: un bulldog muy gracioso y dos Braco Aleman, mi nueva raza de perro favorita. Es increible ese perro, muy simpatico, super compañero y al mismo tiempo tranquilo, se sienta siempre al lado tuyo mirándote, con postura elegante.

Pacasmayo es un pueblito pesquero muy tranquilo. Tiene una mini rambla de dos o tres cuadras sobre la playa principal adonde van los locals, un muelle lleno de pescadores y muchísimos barquitos pesqueros fondeados todo alrededor. El lugar es cero turístico y cualquier outsider llama mucho la atención. A pocos kilómetros del centro, hacia el sur, por camino de tierra, esta el point de surf: EL FARO. Es famoso por que, según dicen, es la ola mas larga del mundo…En ese punto la bahía se cierra y hace que se forme una izquierda bien larga.

Los pocos surfistas que llegan, de cualquier parte del mundo, se alojan en LOS FAROLES. Cuando yo estuve, coincidi con un grupo de 5 o 6 brasileros fanáticos del surf, preocupadísimos por la altura de las olas, chequeaban el Wind Guru minuto a minuto, iban hasta el point 3 veces por dia para ver si la ola estaba buena. Tambien llego otro grupo de surfistas compuesto por Canadienses, Isrealies y Newyorkers (si si, los de New York no son norteamericanos, son Newyorkers, se consideran independientes).
Tambien conoci a dos ecuatorianos que estaban haciendo un moto-trip alrededor de Sudamerica. Muy buena onda! Bernardo Jarrín y Fernando Soto. www.alfindelmundo.ec

En Pacasmayo disfrute mucho del pueblo y del hostel. Descanse en el jardín, dormi en las hamacas paraguayas, jugué con los perros, cocine bastante, sali a correr e hice yoga en la playa. Un dia le alquile una tablita a Carlos y fui hasta EL FARO. La ola estaba muy chica, imposible para surfear, pero de todas maneras fue una satisfacción haber estado un rato en el agua, en esa bahía tan linda! Pacasmayo fue mi ultimo destino de Peru, antes de cruzar a Ecuador.


PERÚ
Cuando digo la palabra PERU, lo primero que se me viene a la mente es la expresión “me costo un Peru” y me pregunto de donde vendrá dicha expresión y porque habrá perdurado tanto en el tiempo y en la mente de las diferentes generaciones. En cierta manera, en Peru todo te cuesta y ésa es la explicación que yo le doy a dicha frase (aunque no sea la real).
Este fue mi segundo viaje al Peru. Sumando los dos viajes, estuve prácticamente 2 meses recorriendo diferentes puntos. Viaje por gran parte del país, Sur y Norte; costa, montaña y selva, conozco sus rutas, sus transportes y sus comunicaciones. Conozco sus ciudades, pueblos y zonas turísticas. Conoci a muchos peruanos, de todos los estratos socioeconómicos.
Peru me genera un sentimiento de AMOR-ODIO al mismo tiempo. Sentimientos encontrados, opuestos, enfrentados: destinos increíbles, paisajes espectaculares, gran cultura, historia milenaria, pero siempre falla algo, a todo le falta una vuelta de rosca, siempre “faltan 5 para el peso”. Y es eso lo que te deja siempre un gusto amargo, una mala experiencia que te llevas y que de cierta manera opaca todos los buenos sentimientos vividos. Certeza e Incertidumbre al mismo tiempo: uno tiene los datos, pero no coinciden con la realidad: uno sabe el horario de salida del bus, pero la realidad es que va a salir en otro horario. Uno sabe cuanto cuesta algo, pero la realidad es que va a tener otro precio. Uno sabe cuando sale, pero no cuando llega a destino. Y asi miles de ejemplos… Seguridad e Inseguridad: uno se siente seguro, caminando por los diferentes pueblos, comodo, sin grandes preocupaciones, pero siempre hay alguien que te quiere robar, sin violencia, sin agresividad, simples rateros, ladronzuelos; siempre hay alguien que se quiere quedar con un vuelto, o cobrarte de mas, o hacerte una pequeña estafa. No es gran cosa, pero son simples situaciones que alcanzan para que te quede ese gustito amargo que hace que las cosas se compliquen, sean dificultosas, pequeñas piedras en el camino que hacen que atravesarlo, te “cueste un Peru”.