miércoles, 26 de octubre de 2011

2- Transmitírselo a tus Padres


Si autodefinir los objetivos y motivos del viaje ya es difícil, “vendérselos” a tus padres a fin de obtener su apoyo, es una Odisea.
¿Cómo explicar semejante proyecto personal, sin ser victima de opiniones tendenciosas? Cuando uno nació en cierta familia, bajo ciertos standards de tradición, y marcos de educación, resulta muy complicado transmitir los motivos y las ganas de salir de un determinado modelo social por un rato, para repensar ciertos paradigmas de la vida misma.

Las diferentes charlas incluyeron palabras tales como:
Entender, abstraerme de la cotidianeidad y rutina, visión en perspectiva, apertura de pensamientos, diferentes realidades, diversas circunstancias, pensar, meditar, descubrir, andar, viajar, visitar diferentes lugares, conocer distintas personas, idiomas, culturas, países, ayudar, pintar, arte, ski, sailing, surf, descansar, disfrutar, felicidad…”

¡Mi familia ya me apoya!

Ya estudié, me recibí: "Lic. En Adm. de Empresas". Busqué y encontré un gran trabajo. Entré a un Programa de jóvenes Profesionales. Aprendí, Trabajé y cumplí los objetivos. Mejoré, crecí. Deportivamente, fui el coach del YCA: tenía una gran visión y la cumplí. Otra etapa cumplida! "Soy jóven aún, nada que perder, todo por ganar, no?". Otra vez: estoy listo, estoy convencido! Lo mire por donde lo mire:  I´m done with Bs. As!

domingo, 23 de octubre de 2011

1- Motivos & Objetivos


“¿Por qué? ¿Qué querés demostrar? ¿Cual es el objetivo detrás de todo esto? ¿Le querés probar algo al mundo? ¿Hasta donde querés llegar? ¿Cuando tiempo? ¿Por donde pasas? ¿Cuando volvés?” Preguntas, preguntas y más preguntas. Algunas disfrazan un alo de sospecha. “Éste esta perdiendo el tiempo, no quiere trabajar, vagancia absoluta!” o la infaltable: “vio Into the Wild y Diarios de Motocicleta y sale al mundo de hostel en hostel escuchando Bob Marley o Manu Chao a hacerse el mochilero”. NO. Lo respeto, pero no, no es eso lo que me inspira. Tampoco me siento tan importante como para querer demostrarle algo al mundo, ni tampoco me crei el personaje del niño trotamundos cruzando Latinoamérica cual “idealista revolucionario”.

A veces en la vida, es necesario parar, para volver a impulsarse y despegar más alto, frenar para acelerar más rápido o por lo menos más eficientemente. Hacer un STOP, pensar, repensar y asegurar el rumbo de la vida. Visualizar las cosas en perspectiva, decidir que es lo que se quiere y que es lo que no. Hacer uso del poder y el privilegio de la elección. Observar, conocer, aprender, ENTENDER. A veces es importante salir de la rutina, que te lleva día a día a tomar acciones cotidianas que en cuanto te das cuenta, te preguntas: “¿es esto lo que yo realmente quería?, ¿así quiero pasar mi vida? ¿Esto quiero sentir cada manaña?” Cuando uno se da cuenta que, si bien ha tomado buenas decisiones, plasmó su pasión en ellas y el éxito lo acompaño, a veces hay que mirar mas allá, y darse cuenta que hay un techo mucho más alto para cada uno y que no hay que conformarse con ser parte del “molde” establecido y diseñado por quienes, por algún motivo, no están dentro del mismo.

Inspiraciones varias recibí durante los últimos años: Amigos extranjeros, Argentinos que viven en otros países, viajeros temporarios, viajero permanentes, navegantes, esquiadores, surfistas (en ese orden) personajes con los que alguna vez compartí un trago y una interesante conversación.

Lugares por recorrer son inciertos. Si bien existe, como todo en mi vida, un plan, también estoy abierto a las espontaneidades, improvisaciones y oportunidades del camino (como todo en mi vida).