Fluyo muy buena onda con el grupo que viajamos por el Salar y el Parque Nacional Avaroa. Cuando volvimos a Uyuni, todos empezaron a pensar y a preguntar al resto en donde pasarían la Noche Buena. Fue surgiendo un destino al cual la mayoría pensaba viajar: Sucre. Poco a poco, todos los demás fueron cambiando sus destinos y decidieron viajar para Sucre para festejar la navidad en compañia.
Por mi parte, mi plan original era quedarme en Potosi, pero en ese momento, priorice la buena compañía de Sucre, por sobre la soledad que viviría en Potosi. De todas maneras, tuve que pasar por Potosi durante un dia por que no hay bus directo desde Uyuni hasta Sucre. Sinceramente, no me arrepiento de no haberme quedado a pasar la noche.
El 24 de Diciembre, salimos de Uyuni a las 9 de la mañana rumbo a Potosi. 220km, 8 horas de viaje. (Hay que tener en cuenta que en Bolivia, la gran mayoría de las rutas no estan asfaltadas). El temblequeo durante el camino de ripio es impresionante, parece que se van a caer las paredes y a salir las ventanas. Sin contar que anda la mayoria del tiempo a pasando la rueda a milímetros del precipicio. El colectivo va cargado de gente con todos sus bartulos, chicos llorando, animales y comida. Asi, 5 horitas!
Potosi: 4.067 msnm - KM recorridos: 4.320
Es la ciudad mas alta del mundo. Surguio por la minería, y la fiebre del Oro la convirtió en el punto mas rico de America y salvo a España de la pobreza. Europa exploto sus minas durante décadas, hasta que se termino el oro y entro en decadencia y extrema pobreza. En su casco histórico, se pueden ver ciertas construcciones, casas y museos de aquella época, pero saliendo de esas pocas cuadras, todo es muy feo, desprolijo y a medio contruir. Todas las casa, edificadas en las montañas de alrededor quedaron con los ladrillos a la vista, sin revoque, sin pintura. La ciudad es caotica, sucia y desprolija.
Extracto de Las Venas Abiertas de America Latina:”…dicen que hasta las herraduras de los caballos eran de plata en la época de auge de Potosi. Para la celebración de Corpus Cristi, las calles de la ciudad fueron desempedradas, y totalmente cubiertas con barras de plata…” Es increíble que 400 años mas tarde, uno recorra la misma ciudad y se encuentre con semejante miseria y prácticamente ningún rastro de aquella época dorada.
Actualmente, como actividad turística, te llevan a las minas, pero personalmente no me interesaba visitarlas, ya que me genera un poco de claustrofobia.
El bus de Uyuni llega a la terminal vieja, y la combinación a Sucre sale de la terminal nueva que queda en la otra punta de la ciudad. Desde una terminal hasta la otra nos tomamos todos una colectivo local, minimo, todos apretados. En la terminal nueva, conseguimos un bus que saldría en media hora rumbo a Sucre. 162 km. 3 horitas mas de viaje!
Llegamos a Sucre a las 8 de la noche del 24 de diciembre. La ciudad era un caos total!!! Trafico, quilombo, autos contramano, bocinas, gente cruzando por cualquier lado, regalos, paquetes, niños corriendo, bebes llorando, colectivos atravesados, motitos que se subían a la vereda, ruido, carritos con diferentes cargas, gente que se bajaba de los autos para pelearse con algún otro conductor…y nuestro bus atascado ahí, media hora mas! Vísperas de navidad.
Finalmente y con mucha paciencia, llegamos a la terminal. Como la terminal queda lejos del centro, tuvimos que tomarnos 3 taxis (eramos 9 personas). Un taxista muy simpatico cargo nuestras mochilas en el techo y nos llevo por tan solo 10 bolivianos hasta el centro. Ahí llegamos al hostel Amigos, y creíamos que la odisea había terminado…pero NO! En el hostel no había lugar!!! Todos con las mochilas a cuestas recorrimos 8 hostels, hospedajes y albergues y nada!!! De repente esta de moda venir a pasar navidad a Sucre, nose! Todo lleno!!!
Caminamos preguntando, yendo de un lado para el otro, cansados, cargados, sucios, agotados. Finalmente, entre a uno que se llama Residencial Bolivia y BINGO!!! Había suficiente lugar para todos y el precio no era excesivo. Cada uno fue para su cuarto y acordamos reencontrarnos en la recepción, listos en media hora.
A la hora pactada (10 de la noche), casi corriendo, los nueve salimos en busca de un restaurant piola para levantar las copas y hacer chin chin. Dios nos ilumino y nos puso frente a nosotros a JOYRIDE, un restaurant-bar-boliche holandés con mucha onda y un especial espíritu navideño. Musica, todo decorado, todos los mozos con gorro de Papa Noel, y menú navideño. IDEAL!
Comimos riquisimo, tomamos vinito, charlamos, relatos, anécdotas, fotos, brindamos, mucha alegría y buena onda! Ah! Algo increíble: una de las francesas (que no estuvo con nosotros en el Jeep del Salar) es INSTRUCTORA DE OPTIMIST!!! Casualidad total! Cuantos entrenadores de optimist pueden existir en el mundo? Mil a lo sumo? Nose… y yo justo me vengo a encontrar con una en el culo del mundo, al lado mio, en mi misma mesa, festejando navidad en el único restaurant abierto de Sucre, Bolivia! Increíble!
En fin, la noche culmino con el obligado dancing en el piso superior. Muy bizarro, el dueño del resto era también el DJ e invitaba tragos a todos los extranjeros. (Practicamente todo el mundo era extranjero). Temas de lo mas variado: música del primer mundo mezclada con canciones locales y demás ritmos latinos. Alrededor, los mozos bolivianos con gorro de Papa Noel movían la cabecita, y algún perro que se metió, caminaba entre la gente. Todo muy bizarro. Muy loco ver como bailaba cada uno de manera diferente según su cultura. Fanny, la francesa reflexiva se adueño de la pista y saco unos pasos que mamita! El temon de la noche: "ehhhh ehhh ehh eh UH! AH! I wanna knowwww if you be my girl…"
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